jueves, 17 de marzo de 2011

la obesidad

Cómo se desarrolla la obesidad
Toda la ingestión de energía (medida en kilocalorías [calorías]) proviene de los alimentos que se ingieren y luego consume el organismo para satisfacer sus necesidades. La obesidad se produce cuando la ingestión de calorías de una persona supera las necesidades funcionales de su organismo (el metabolismo, la actividad física, el efecto térmico del alimento y el crecimiento). De igual modo, la pérdida de peso se produce cuando el cuerpo consume más calorías que las que se ingieren al comer. En promedio, la mayor parte (alrededor del 60 por ciento) de nuestra energía se utiliza para el metabolismo básico (que está controlado en parte por la herencia); la actividad física consume alrededor del 25 por ciento, el efecto térmico de la comida cerca del 10 por ciento, y el crecimiento aproximadamente el 5 por ciento. Nuestros organismos cumplen bien la función de equilibrar los excesos a corto plazo tanto en la ingestión de energía como en su consumo. Sin embargo, la ingestión excesiva continua llevará a almacenar energía en forma de grasa (aumento de peso), y la ingestión insuficiente continua forzará al cuerpo a consumir la energía almacenada (grasa) para obtener las calorías que necesita para funcionar (pérdida de peso).
Preocupaciones especiales para las personas con espina bífida
La obesidad es un problema de salud aun mayor para las personas con espina bífida. SPINA BIFIDA ASSOCIATION 4590 MACARTHUR BLVD., NW SUITE 250 WASHINGTON, DC 20007-4226

La obesidad es el problema nutricional más común en Norteamérica. Puede ser una preocupación estética para los individuos afectados. Pero es un problema de salud importante. En los adultos, la obesidad está vinculada con hipertensión, diabetes, osteoartritis, metabolismo de colesterol anormal, enfermedad cardíaca, apnea obstructiva del sueño y problemas psicológicos. Existen consecuencias de salud similares para los niños y adolescentes que son obesos. Los problemas psicológicos son de especial preocupación para los chicos en desarrollo, quienes pueden sentirse marcados de manera negativa si son obesos y, por ende, es probable que desarrollen una baja autoestima, mayor riesgo de aislamiento de sus compañeros y depresión.
La obesidad en los niños se puede determinar utilizando compases para medir los pliegues de la piel y cotejando los resultados con gráficos estandarizados. La extensión de la obesidad se determina cotejando la altura y el peso del niño respecto del gráfico de crecimiento del National Center for Health Statistics/Centers for Disease Control (Centro Nacional de Estadísticas de Salud/Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades- NCHS/CDC, por sus siglas en inglés). Los niños cuyo peso supera el percentil 95 tienen sobrepeso y los que están entre el percentil 85 y 95 son de preocupación. En algunos individuos, la distancia de los brazos de punta a punta se puede sustituir por la altura.

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